BBC
23 febrero
2017
La recomendación de dar 10.000 pasos al día surgió en Japón en los
años 60.
Los
números son una obsesión en el mundo de los ejercicios.
Desde
los 150 minutos a la semana de actividad física, o 75 si se hace de forma
vigorosa, hasta las 500 calorías menos que se deben consumir al día hay una
interminable cantidad de cifras y fórmulas que transforman a nuestras rutinas
para estar en forma en un complejo proceso estadístico.
¿Por qué los 10.000 pasos son importantes?
¿Qué hay de especial en 10.000?"
Doctor Greg Hager
Dentro
de este océano de números hay uno que es venerado y se repite sin cesar desde
hace más de cincuenta años, el de los 10.000 pasos.
¿Realmente se necesitan 10.000 pasos al día
para estar en forma?
Esa
cifra ha sido adoptada por instituciones gubernamentales de diferentes países
para considerar a una persona moderadamente activa y también por la mayoría de
las decenas de miles de dispositivos y aplicaciones que se ofrecen en el
mercado para estar en forma.
La
mayoría de las personas que adquieren dispositivos o descargan aplicaciones
para hacer ejercicio son por lo general activas físicamente.
El
problema, advierte el doctor Greg Hager, es que los
10.000 pasos se pueden convertir en un objetivo sin sentido dado que se trata
de una cifra aleatoria sin base científica.
"¿Por
qué los 10.000 pasos es importante? ¿Qué hay de especial sobre 10.000?",
se preguntó durante su intervención ante la Asociación Estadounidense para el
Avance de la Ciencia el pasado viernes.
"Resulta
que en 1960 en Japón ellos calcularon que un hombre promedio japonés caminaba
10.000 pasos al día, quemando unas 3.000 calorías y eso es lo que pensaron que
una persona promedio debería hacer. Por eso tomaron los 10.000 pasos como un
número".
Los
dispositivos permiten llevar un registro de toda la actividad física que una
persona hace al día.
Para el
doctor Hager, profesor de la Universidad Johns
Hopkins de Baltimore, en Estados Unidos, ese tipo de objetivos arbitrarios
podría tener un efecto negativo en general y que las aplicaciones que lo
promueve pueden causar "más daño que beneficio" en la salud de las
personas.
"Algunos
de ustedes tal vez usen Fitbit o algo equivalente y les
apuesto que de vez en cuando les aparece un agradable pequeño mensaje que dice
'Hiciste 10.000 pasos hoy'", señaló.
"Pero
imaginen si todo el mundo piensa que tiene que hacer esos 10.000 pasos pero no
están físicamente capacitados para hacerlo, te puedes hacer daño simplemente en
tratarlo".
Según Hager, el objetivo de los pasos demuestra lo desconectado
que están los dispositivos y aplicaciones de la ciencia.
Argumenta
que, si bien pueden contribuir a que una persona esté activa físicamente, hay
que tener cuidado con los planes de entrenamiento que ofrecen o las
recomendaciones que hacen ya que son muy pocos los que se basan en una
evidencia científica.
En la
tienda de aplicaciones de Apple hay unas 165.000 que están dirigidas a la salud
y más de 3.000 se enfocan en métodos para perder el peso. De ellas, sólo 17
fueron desarrolladas con la supervisión de organismos oficiales.
El
dispositivo Fitbit es uno de los más populares en un
mercado que mueve millones de dólares al año.
El año
pasado una investigación liderada por el profesor John Jakicic
de la Universidad de Pittsburgh, en Estados Unidos, concluyó que los
dispositivos para hacer ejercicio contribuyen muy poco para que la gente pueda
desprenderse de los kilos de más que tienen en su cuerpo.
"Tenemos
que tener cuidado en depender solamente en estos dispositivos", dijo Jakicic, agregando que su estudio no buscaba que las
personas dejen de utilizar este tipo de de tecnología.
Las 10 aplicaciones más populares para hacer
ejercicio
La
página de internet de Fitbit
aclara que el objetivo de los 10.000 pasos, que equivale a unos ocho
kilómetros, se basó en la recomendación de Centros para el Control y la
Prevención de Enfermedades de Estados Unidos y advierte que puede que no sea
recomendable para aquellas personas que recién se inician en la actividad
física.
Otros
fabricantes defienden que en base a sus estudios los dispositivos sí pueden
contribuir a la perdida de peso, siempre que vaya acompañado de una dieta
adecuada y de una rutina de ejercicios.
Además
que luego surgen otras variables que dependen de cada persona como la estatura,
el tamaño de la zancada, la forma de caminar o los movimientos que pueden
activar el dispositivo.
Todo
esto puede generar un margen de error en el beneficio real de los populares
10.000 pasos al día.